
Alfa Romeo 8C 2300
En la profunda depresión de los años treinta, Alfa se atrevió a lanzar al mercado un deportivo de carreras caro. El 8C 2300 se convirtió en ganador desde el primer momento, dominando el Le Mans y Mille Miglia.
Revoluciones al límite
Lo que sorprende de este coche es la gran respuesta del motor en cuanto se pisa un poco el acelerador. Lo más curioso es que el pedal del acelerador está situado entre el freno y el embrague. La dirección directa y los muelles duros, hacen que este coche responda al instante con un manejo equilibrado. Cuanto mayor es la velocidad, mejor es su respuesta.
El diseño del salpicadero del 8C 2300, elegante y funcional, es muy sencillo y efectivo. Sin embargo, los conductores que sean altos se encontrarán con que, bajo ese enorme volante, no hay hueco para las piernas.
Ocho cilindros
El motor de aleación de ocho cilindros y doble leva con capacidad de 2.3 litros posee un árbol de levas en el centro del motor entre los dos bloques para reducir la tensión en las levas largas. El motor se puede contemplar como una unión de dos bloques de cuatro cilindros cada uno.
Ficha técnica del Alfa Romeo 8C 2300 (1932)
- Motor tipo: 8 cilindros en línea.
- Cilindrada: 2336 cc.
- Alimentación: Carburador simple Memini de corriente ascendente con compresor tipo Roods.
- Potencia máxima: 142 cv a 5.200 rpm.
- Velocidad máxima: 170,6 Km/h
- Trasmisión: Manual a cuatro velocidades.
Otras características del Alfa Romeo 8C 2300.
Parabrisas plegable
En las carreras, el parabrisas se podía plegar reduciendo en parte el área delantera del coche, lo que aumentaba al mismo tiempo la velocidad que se podía alcanzar.
Transmisión de cuatro velocidades
Mientras que en los años 30 los coches más ordinarios contaban con trasmisiones a tres velocidades, los Alfa ya tenían cuatro. Sin embargo, no tenían cambios sincronizados, por lo que el conductor tenía que ser lo suficientemente hábil como para combinar las revoluciones del motor con los cambios.
Depósito de combustible de liberación rápida
Se usaban tapones de combustible de apertura rápida para que los mecánicos de las carreras los pudieran abrir de inmediato y rellenarlos de combustible desde amplios tambores.
Correas del capó
Aunque el capó contaba con pestillos convencionales, muchas de las pistas en las que estos Alfa corría, estaban desniveladas y llenas de baches, por lo que el uso de estas correas evitaba que el capó se abriese a altas velocidades.
La creación del 8C 2300 fue también la obra maestra de uno de los mejores diseñadores de Alfa Romeo, Vittorio Jano.
A principio de los años 30, en las grandes carreras europeas, nada podía igualar su gran rendimiento.

